Los envases de plástico inyectado son adecuados para ser utilizados en diversos sectores, tales como, la industria alimenticia, de aseo, de pinturas o de químicos, entre otros.

El collar de protección superior asegura la tapa durante el transporte y mejora la estabilidad en los envases llenos, así mismo ofrece un distintivo persuasivo en cuanto a una posible manipulación, lo que brinda al cliente fiabilidad, con una evidencia de forzado de fácil visualización. La hermeticidad a los líquidos se mantiene aún después de múltiples aperturas y cierres.

La amplia gama de tamaños estándar permite crear una gama completa para una marca, sin tener que recurrir al costo y tiempo que supondrían un molde personalizado, adicionalmente, varios volúmenes de botes utilizan el mismo diámetro de tapa simplificando el llenado y la logística dada la versatilidad de la tapa. Entre las variantes de diseño existen referencias cuadradas o rectangulares que usan el espacio con una máxima eficiencia, optimizando el pallet y el espacio en los lineales, minimizando los costes de distribución y almacenaje.

Para pedidos especiales con un pedido de unidades mínimas determinadas, se puede decorar la superficie visible y la tapa del producto con una combinación de colores vivos, textos e imágenes fotográficas con la opción de obtener calidad fotográfica a través de la etiqueta IML.

El consumidor tiene la opción de un segundo uso del envase, desde su utilización en el microondas, lavavajillas y congelador. Es 100% reciclable, ya que en su fabricación se usa un solo material.

Principales ventajas: